Una competencia se sustenta en el saber ser. El querer hacer, el saber hacer y el saber son componentes centrales, pero todos ellos pierden consistencia si la persona no tiene la capacidad de ser competente. Esta toma de conciencia, aceptación de la responsabilidad y capacidad para generar desarollo, es un proceso que no suele ser contemplado en los programas de desarrollo de competencias, y menos en los procesos de gestión de las mismas. ¿Cuánto nos estamos perdiendo por no generar intervenciones integrales?
Competencias
